Sirva los trozos de sericaia con puré de ciruela y espolvoree un poco de canela por encima.
Portugal es famoso por sus delicias gastronómicas, entre las que destacan los postres. La sericaia nació en el sur del país, en la región del Alentejo y, aunque su verdadero origen es un misterio, hay rumores que sitúan el origen de este dulce en la India y en Brasil. Se dice que apareció por primera vez en el convento Chagas de Cristo, en Vila Viçosa, aunque el convento de Santa Clara, en Elvas, también reivindica esta receta tras haber añadido canela a la receta básica. La contienda por la autoría de la receta dura ya siglos pero, independientemente de cuál sea la verdad, lo que sí sabemos es que la sericaia forma parte de los dulces tradicionales que más gustan en todo el país.
En esta receta, infusionar la leche con ingredientes aromáticos como corteza de limón, canela y anís estrellado potencia el sabor dulce sin necesidad de añadir azúcar. Utilizar leche desnatada y reducir la cantidad de huevos disminuye la cantidad de grasa. El puré de ciruelas aporta otro toque dulce creativo y sabroso, al mismo tiempo que reduce la cantidad de azúcar de la receta.