Un pequeño consejo de nuestro equipo: ¡no pele la calabaza potimarron! La piel es muy fina y tiene muchas vitaminas. Lávela bien con la ayuda de un cepillo pequeño, en caso necesario, y córtela en dados antes de cocerla.
La calabaza potimarron, originaria de la isla japonesa de Hokkaido, se recolecta entre los meses de septiembre y noviembre y se puede consumir hasta marzo. Su color anaranjado se debe a su alto contenido en vitamina A, lo que favorece, entre otras cosas, la salud de la piel, el crecimiento de los huesos y los dientes o incluso la visión nocturna.
Un plato extremadamente reconfortante para las noches de invierno. Las espinacas aportan un toque de color, así como sus innumerables virtudes antioxidantes. La calabaza potimarron es una mina de beneficios y de sabor. Además, se puede cocinar de mil formas diferentes. El arroz es una excelente fuente de carbohidratos y el parmesano, de calcio. El ajo y el romero son condimentos esenciales para una cocina llena de sabor, con indudables beneficios para la salud.