La alcachofa es rica en inulina, una fibra prebiótica esencial para alimentar a nuestras bacterias intestinales. También es una fuente importante de vitaminas (B9, K), de minerales como el magnesio, el manganeso o también el cobre.
Es un plato con ingredientes indispensables de la cocina mediterránea, con mucha fibra y potasio. La alcachofa añade ácido fólico y vitamina k. El plato es ideal como entrante o para compartir durante el aperitivo.